lunes, 17 de agosto de 2009

Mis primeras dos entrevistas

El día que me puse nervioso

Termas de Río Hondo es una de las mejores ciudades de Santiago del Estero, sin dudas, o mejor dicho es uno de los mejores paisajes urbanos de esta provincia. No sé cuándo se fundó, ni por quiénes, ni ningún otro dato histórico; sé que no tenemos el acento de los “santiagueños”, no decimos “¿qué haces?”, decimos “¿qué hacé?”; sé que no todos lloran cuando se van del pago; sé que gran parte de su población tiene que migrar para buscar trabajo; sé que la mayoría de los termenses solemos cruzarnos con marplantenses en algún momento de nuestras vidas, y que de esa cruza sale un tono y un vocabulario nuevo que incluye los términos: “pibe”, “viste”, “capi” “logi” “manzana”, “fie(r)ro”, “fo(r)ro” “pancho” y otros que ahora no recuerdo; sé que hay jejenes, (Traducción: mosquitos aún más cargosos que los normales); sé que en el verano llueve los fines de semana y que un ratito después vuelve a hacer 50° de calor; sé que la Cuenca Salí Dulce está contaminada y que por eso cada tanto aparece una mancha en el lago de la ciudad o un espiral de pescados muertos; sé que debe ser uno de los pocos lugares en los que en invierno hay días de sol; sé que las aguas termales atraen a turistas de distintas regiones del país; sé que todos los años se trabaja un poco menos; sé, y esto es lo quería comentar, que en esas temporadas de invierno suele llegar a la ciudad algún artista o un espectáculo importante. Welcome to the Termas.
En julio del año pasado llegó a esta tierra Nito Mestre. Sí, el que cantaba con Charly García en Sui generis. “Está igual” sólo que un poco más canoso y gordito. Un día antes de dar su función en el Centro Cultural brindó una conferencia de prensa en un Hotel. La novia de mi tío que trabajaba ahí me avisa. A la siesta me pongo a preparar preguntas. Lo único que se me ocurría era preguntarle si lo había visto a Charly (era la época en la que Charly estaba internado) pero me parecía desubicado. Al final se me ocurren dos. Me mando.
Había 15 personas: dos mozos, un productor, un presentador, el intendente de la ciudad, una fotógrafa, periodistas de Santiago, de Chile (sí, Chile) otro más y yo con un celular y una carpeta. “Bienvenidos, buenas tardes, que pum que pam” y el Intendente Luis Saleme le hace una broma de mal gusto (o confesión, nunca lo sabré) a Nito Mestre: “nací en Tucumán pero me vine a robar acá” ja ja ja, se rompe el hielo, todos felices. Se abren las preguntas. “¿Crees que la crítica musical argentina no ha valorado tu trabajo?”. No recuerdo la respuesta. Sé que en algún momento dice que sus discos solistas no son tan conocidos porque ninguno se produjo con el apoyo y la difusión de un sello discográfico importante. Mi viejo me dirá que los temas de él son todos iguales: guitarra, flauta, flores y arco iris. A la noche, en el show, comprobaría que era cierto. La conferencia de prensa seguiría y me encontraría con una persona segura, madura, relajada, tranquila, nada de sexo, drogas y rockanroll, nada de rockanroll n’ n’ n’. Hago mis preguntas. Termina todo. Pico unos alfajorcitos, unos sanguchitos, tomo un vasito de coca, y podría haberme ido. Pero no. Se me ocurre preguntarle si le podía hacer una entrevista para salir en vivo para FM 92.5. “Dale”, me dice amablemente. Este es el momento en el que tengo que hablarles de Ariel Romaguera. Era, en ese momento, el operador de la radio. Le gusta la marcha, la salsa, se autodenomina “dj lagarto”, se ríe a carcajadas, se chupa el dedo, y siempre, hasta el día de hoy, se portó bien conmigo. Ah, él no habla en la radio, sólo pone música y te saca al aire. “Listo”, me dijo ese día. “Estamos con Nito Mestre que hoy….. pa pa pa pa pa… , ¿con qué show se va a encontrar la gente que vaya hoy al recital?”, primera pregunta. “Bla, bla, bla, bla”. “Por qué crees que las canciones que compusieron con Charly en Sui Generis perduran hasta el día de hoy”, segunda pregunta. “No soy Sociólogo”, me contesta irónicamente y sigue “pero me imagino que bla,bla, bla”. Me pongo nervioso y me bloqueo, no sé qué más preguntarle. “Le querés preguntar algo Ariel” (jaaaj) y Ariel hace lo que sabe hacer: sube el volumen. Silencio. Al final Nito aprovecha para invitar a todos. Chau. Gracias. Me río. Me pasara varias veces después, pero esa fue la primera. Todavía me río.



La segunda entrevista se llama “El día que me vendí”, una entrevista a Leo Matiolli. Sí, “Leo, Leo, Leo”.

6 comentarios:

James Barrie dijo...

Compañero, vos sabés bien lo que es el arte de entrevistar. Si te leería esto Joaquín Serrano Soler, te agarraría a gambazos en el culo.

El entrevistado tiene que ayudar a llenar tus espacios en blanco, lo que termina por convertirse en una tarea casi comunitaria. Ponete las pilas, me hiciste acordar a Susan Giménez, es preocupante.

De todos modos, vos sos el comunicador, yo soy un simple estudiante. Un abrazo.

(¿Viste que si te leo, hijo de pepona?)

Fernando C dijo...

Que buena onda!!! me gusto esto que hisistes. mientras leia me imaginaba(como todos) tu cara de pepona atenta!! y la esenografía,ja.
Me alegro que sigas haciendo esto, y espero que me entrevistes cuando tenga muy grupo de chamamame,o punk, no me desido todavia jaja.

Anónimo dijo...

Si tal cual... te leo u practicamente te tengo en frente jajaj lo que escribites es un total tuyo jajaj me gusto
Flavia

Anónimo dijo...

jaja me acuerdo cuando me contaste esta singular historia (creo), cuando todavia eras estudiante de comunicacion aca en la uap..
fue bueno volverlo a "escuchar".
nos estamos viendo hermano
monky

Cany dijo...

Edu: primero, si no sabes nada de nada, no lo escribas, o investiga un poco... estudiante de letras graduado en comunicación social... no es poético decir "no se quien la fundo... ni se cómo se llama... ni se quién es..." (ni me interesa).
Segundo: felicitaciones por tu debut en la entrevistas a personas reconocidas... pero te conviene antes investigar un poquito así sabés cómo y qué preguntar para que la persona no sienta que no lo conocés, no sé mucho de entrevistas de ese tipo, pero me lo dice el sentido común... ponete las pilas.
No es que sea bardera, soy exigente con vos porq se q podés más...

James Barrie dijo...

Más allá de lo irónico que fue mi primer comentario, la idea de un blog no es meter una entrevista que posea el grado máximo de una determinada cualidad.

Los sentimientos que describís son lo que va formando la realidad que te tocó vivir, compadre.

De todos modos, el/la comentarista crítico/a termina reconociendo no saber tanto mucho sobre "ese tipo" de entrevistas. Y arranca hablando de preparación.

Cuán contradictorio...

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