viernes, 2 de octubre de 2009

Violencia, muerte y resurrección

Existen un gran número de pensadores que aquellos que han pasado por las distintas etapas de la educación formal conocen: Karl Marx, Adam Smith, Jean Jaques Rousseau, Immanuel Kant, Rene Descartes, Aristóteles, Platón y Sócrates, son algunos de los autores que están dentro de ese grupo. Independientemente de la carrera que se haya elegido, en algún momento, tuvimos que escuchar, leer y estudiar algunos de sus planteos.

Lo cierto es que uno no siempre lee sus obras, sino las interpretaciones que otros pensadores, hacen de sus pensamientos. Supongo que, entre otros factores, el paso del tiempo demanda que esos intermediarios actualicen y resuman esas ideas para que podamos entenderlas. No obstante, esa interpretación no es una actividad neutral, este intermediario dota de nuevos sentidos esas ideas originales. No es mi intención poner en tela de juicio la fidelidad de esas interpretaciones, no, lo que propongo, simplemente, es que volvamos a las fuentes.

En una oportunidad encontré un libro que se llamaba algo así como “Las Grandes Entrevistas de Todos los Tiempos”. Entre los entrevistados se encontraban Marx, Freud, Mussolini, Hitler, Stalin, Roosevelt. Pensé que se trataba de algo valioso: la oportunidad de escuchar de forma directa a estos personajes. Recuerdo que en la entrevista que un periodista norteamericano le había hecho al autor de “El Capital”, descubrí algo que me alegró. El alemán aclaraba que, aunque el no creía en Dios, respetaba las creencias de los demás. Posteriormente, los hombres que interpretarían sus ideas no considerarían esto y, en distintas regiones de lo que fue la Unión Soviética, se persiguió y se reprimió a hombres de Fe. Al menos eso le sucedió al abuelo y al padre de Andrey, un compañero Ruso que estudió conmigo en la Universidad Adventista del Plata, en Entre Ríos. Cursando materias de Comunicación Social nos conocimos. Una mañana le propuse que hiciéramos una entrevista para un programa de radio que al final no haría. Esa mañana me contó eso: que su abuelo y su padre fueron agredidos, de una manera u otra, durante el período en el que en ese territorio se había configurado un aparente orden social comunista. Su abuelo y su padre fueron pastores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día por aquellos años. Por este y otros casos, distintos sectores religiosos interpretaron que este sistema y el cristianismo no podían coexistir.

Luego de la caída del muro de Berlín en 1989, del fin de la Guerra Fría, y de que se conocieran los abusos llevados a cabo durante ese régimen, se instaló la idea de que el comunismo, como sistema político-económico, había fracasado. Políticos, pensadores, periodistas, profesores, pastores, curas, vecinos, lo repetían en distintos ámbitos. “Se trató de una utopía, que no se pudo llevar a cabo” decían resignados, o jubilosos.

En la entrevista que les mencionaba primero, Marx le decía a su entrevistador que la lucha de clases era inevitable; los oprimidos de Rusia y de Cuba serían los primeros en reaccionar ante la violencia de los sectores dominantes. Estos y otros hechos, movilizarían a diversos grupos de distintas puntos del mundo a ir detrás de esta nueva esperanza. Tras la denominada “muerte del comunismo”, estos focos de conflicto se apagaron. Si agregamos que en la actualidad se plantea que los grupos que reivindican este sistema son sectores violentos y extremistas, tendríamos que decir que la definición de comunismo o de izquierda, vigente en nuestro imaginario social, es la siguiente: el comunismo es un sistema utópico, en el que creen los jóvenes y algunos viejos que fueron hippies, que se instala violentamente; que ejerce el poder utilizando métodos totalitarios y opresivos. Lo que nos queda, nos proponen, es aceptar este sistema político (democracia) y económico (capitalismo) declarados como los “menos malos” de todos los posibles. Esta creencia te niega la posibilidad de soñar, de pensar, y de participar en proyectos que se propongan corregir o superar esto.

Retomemos la imagen de la muerte del “Comunismo” y de la “Izquierda Violenta” para replantearlas. Si partimos de la base de que “violencia es mentir”, de que violencia es mantener una producción y una distribución que benefician a grupos minoritarios, de que violencia es que haya hambre en un mundo que produce alimentos para tres planetas, debemos reconocer que la violencia no la inician los sectores que ni armas tienen. Violencia es que no haya trabajo, escuela, ni hospital. Violencia es que te repriman por reclamar por el cumplimiento de estos derechos. Esta violencia es planificada, argumentada, y atenuada por leyes y normas. Esto es lo que un autor llama “la burocratización del mal”. Lo otro, es lo inevitable, la reacción pura, eso que llaman barbarie.

Para discutir la idea de la muerte del comunismo parafraseo lo que plantea Noam Chomsky, ¿cómo se puede hablar de la muerte de un sistema que nuca tuvo vida? Para este autor el sistema que se desarrolló en la URSS nada tenía que ver con lo que había concebido Karl Marx. Y acá volvemos al principio: ¿a qué denominamos zurdo, marxista, comunista, socialista? ¿Qué fue lo que murió? ¿De eso se trataba el socialismo?

Por eso es necesario que volvamos a las fuentes, y con esto no sólo me refiero a aquellos libros que interpretaron y condicionaron el desarrollo de la historia de la humanidad; lo que digo es que pensemos todo de nuevo, desde nuevos términos y paradigmas, desde nuevas perspectivas y concepciones, como se animaron a hacer otros hombres en otras épocas, y que intentemos, y que nos ilusionemos, nada más que eso. Sobre todo, lo que propongo no es la resurrección de un sistema, de un partido, de un libro, o de un autor, sino la resurrección de hombres y mujeres como personas que piensan en el otro, y que hacen por el otro.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno pibe. Ahora, tengo un par de comentarios al respecto, o quizás dudas que Usted puede esclarecer, ya que se lo ve muy cómodo en el tema.
-¿Por qué cree Usted que el Comunismo está visto identificado con esa definición de carácter negativo que dio Usted? Para mí, simplemente porque la historia nos ha demostrado eso.
-¿Usted avala un régimen en el cual su libertad está coartada por la intervención del Estado hasta en los asuntos más personalísimos? A mí dejemé con la poca democracia (mal ejecutada también) que tenemos, donde al menos puedo transitar libremente.
-¿Por qué cree que nunca tuvo vida el Comunismo, y por lo tanto no se puede hablar de su muerte? No ha de ser porque fue exitoso, ¿no?.
¿Usted iría a vivir en Cuba?.-
Josè

Anónimo dijo...

Compañerazo me alegró su respuesta y me alegraron sus preguntas. Justamente lo que buscaba es generar un diálogo, por lo tanto arranco esta respuesta admitiendo que me da vergüenza que me ubique en el rol de “cómodo” o “autoridad” para hablar de este tema, pero si no lo tratara no podría aprender. Simplemente a partir de algunas lecturas, y de varias reflexiones, me animé a hacer ese planteo que, por supuesto, puede discutirse.
Puedo responder tu primera pregunta con otra pregunta: ¿La historia de quién/quiénes nos ha demostrado que el Comunismo es un sistema totalitario o utópico que fracasó? Si partimos de la base de que la “Historia” no es única ni homogénea, sino que depende de la mirada de cada individuo y de cada grupo social en un momento y en un lugar determinado, debemos reconocer que no existe una (Historia) forma de recordar y analizar los hechos. Para mí, la Historia Hegemónica, o la historia que se impone sobre otras, es la historia que pertenece, justamente, a los sectores hegemónicos/dominantes, grupos que se verían perjudicados si se alentara la conformación de otro sistema. Entonces su historia, que se reproduce y se masifica a través de los Medios de Comunicación que, curiosamente, son suyos, sostiene que el comunismo es algo negativo. Voy a redondear esta respuesta vinculándola con la otra así que hasta aquí dejo esta parte.
No señor, yo no avaló un sistema en el cual mi libertad se encuentre limitada por la omnipresencia del Estado. Pero justamente estoy reivindicando una concepción que postulaba la desaparición del Estado. Por lo que retomo lo planteado en el texto: ¿Los sistemas totalitarios, que se pueden dar también dentro del marco democrático o capitalista, son sinónimos de sistemas Comunistas? Y para completar la primera respuesta y comenzar la tercera: ¿por qué esa Historia no contempla que nunca se dio un Comunismo pleno y que, por lo tanto, no se puede hablar ni de la vida ni de la muerte de ese sistema? Y acá voy a citar a un amigo con el que también estamos conversando de esto: “Nunca, en ningún país hubo un socialismo en donde realmente se hayan abolido las clases sociales, ni mucho menos comunismo pleno (entendiendo que el comunismo es cuando se pasa de etapa de la revolución socialista a la plenitud de la sociedad sin clases, en donde el estado desaparece como tal”.
No voy a eludir la última pregunta, ¿si me iría a iría a vivir a Cuba? No sé, nunca me puse a pensar seriamente eso. Supongo que si mi novia me acompaña, me mando, aunque queda lejos.
Edu

Anónimo dijo...

Si hablamos de historia, no quise decir "la historia" o "los libros de historia" o lo que fuese. Me refería, y dejemé usar el término "su historia" (la historia del Comunismo). En donde se aplicó, por una u otra razón fracasó, y si ha estado implementado en alguna sociedad, para mí "sí ha vivido". Mal ejecutado, si quiere, pero igualmente ha existido, y yo prefiero una democracia mal ejecutada que un comunismo mal ejecutado porque el comunismo demostró que acarrea la idea de totalitarismo que, de verdad, me da cierto temor. Usted dirá que la democracia también tiene su dosis de totalitarismo, que en la democracia también hay manejos totalitarios enmascarados; pero al menos hay un sistema de fondo y de forma que avala las libertades del hombre y (al menos en alguna medida) al cual se puede acudir. Cierto es que vivimos en una sociedad, en un mundo capitalista, no lo voy a negar, sería bastante estúpido de mi parte, pero mi planteo va más desde un punto teórico que real, si se quiere. Me gustaría que Usted me diga cuál sería entonces "el verdadero Comunismo" del que habla el texto. Aquél que fue mal interpretado y mal llevado a cabo; el que aquellos que no conocen tildan de utópico y violento. ¿Cómo sería la desaparición de las clases? ¿De verdad Usted cree que pensar en la desaparición de las clases no es utópico, al menos hoy, Siglo XXI? Si Fervientemente cree que eso sea poosible, no lo voy a tratar de utópico sino que lo felicito por tanta cantidad de optimismo.
Como sea, yo no conozco el verdadero Comunismo, pero lo único que vi (y veo) de él fue autoritarismo y totalitarismo, violencia y mínima libertad de acción.
Para ser un poco justo con Usted, diré que no es lo que vi "sino lo que me mostraron". Como sea, no creo tener pésimas percepciones de lo poco que leí o vi. Otro abrazzo.-
Josè

Anónimo dijo...

Creo que nuestro diálogo va a comenzar a girar en círculos, porque los planteos que me hace en esta respuesta son similares a los anteriores, y mi respuesta no aportaría nada nuevo. Las claves pasan por este lado: que usted ya se conformó con este sistema (y no lo juzgo, ni lo critico) porque le genera una sensación de bienestar y seguridad; que yo soy demasiado optimista (me gustó esa expresión ja) y que creo que puede haber algo mejor. Por qué sostengo que no avanzaríamos: porque me vuelve a preguntar cuál es el verdadero comunismo. Para eso tenemos que leer los dos las fuentes y retomar el diálogo posteriormente, o leer lo que contesté en el comentario anterior. Después me pregunta ¿cómo se lograría la desaparición de las clases sociales? Ya existen propuestas, así que volveríamos a tener que darnos un tiempo para leer. Pero, sobre todo, lo complicado sería llevarlo a la práctica, y más allá de lo complicado que resulte yo creo que se debe intentar, no por nosotros, porque nosotros estamos en posiciones cómodas en este sistema, sino por los otros. O, y esto también resultaría complicado, pensar qué podemos hacer nosotros, dentro de este paradigma, por los otros. Eso sí me gusta. Otro abrazo, este más fuerte.
Edu

Anónimo dijo...

Creo que más que hablar del fracaso del comunismo deberíamos entenderlo como el fracaso del hombre, porque como dice Eduardo si volvemos a las fuentes las teorías no son lo que hemos visto en la prática, y con esto no sólo me refiero a la teoría del comunismo sino también a la del capitalismo, que dicho sea de paso lo que hoy vivimos se aleja radicalmente de los planteamientos de Adam Smith y de sus ideas de una economía capitalista que beneficiara a todos los individuos que participaban de ella.
Si vamos a la fuente para Adam Smith el capitalismo debía favorecer a todos, generar trabajo y libre competencia, ayudando a que tanto los individuos como las sociedades se desarrollaran, se educaran y de esta forma crecieran tanto económica como socialmente.
Creo que es el hombre el que fracasa y el que corrompe los sistemas. Es su esencia egoísta la que no permite que las teorías se apliquen como deben. Que convierte el capitalismo en una lucha salvaje por dinero y poder, y el comunismo en la ansiedad de los pobres por ser ricos sin trabajar.
Tanto el comunismo como el actual capitalismo no son más que fracasos del hombre, al igual que las guerras mundiales, el hambre en el mundo, el calentamiento global, y eso sólo a gran escala, en lo cotidiano fracasa aún más.
Creo que respecto al comunismo cabe preguntarse como individuos... compartiríamos los bienes que poseemos? porque no se trata de que únicamente sean los ricos quienes compartan... compartiríamos nosotros lo que poseemos? estaríamos dispuestos a descender un peldaño en la escala social?
Para cerrar me quedo con la frase de Locke: Los hombres son lobos rapaces, si no se los controla se devoran uno al otro.
Marcela

Anónimo dijo...

me quedo con la reflexion de marcela en lo que respecta al fracaso del hombre al aplicar sus teorias, y creo que siempre va a haber clases socales porque las personas somos distintas y siempre va a haber debiles y fuertes. lideres y fieles o seguidores, trabajadores y vagos. Tampoco esta mal ser utopico y pensar que podria existir la idea de solo personas sin ningun otro titulo adherente, pero la realidad siempre se encarga de de mostrarnos nuestros trapitos y tirar todo por la borda, ¿si se que opinion tomar de capitalismo y comunismo? la verdad es que no tengo idea y si se quiere me quedo con lo mejor de cada una en el sentido teorico de lo que representan.... me gustaria cambiar mi pensamiento pero como ser humano no creo poder porque tengo en mi la necesidad de egoismo inculcada no se si por los medios y por el medio ambiente que me rodea o simplemente no es otra cosa que la esencia del ser humano. toda accion tiene una reaccion, me gusto que publicaras tamaño debate para saber que exisene personas que saben de cosas de este tipo ( ¿seria politica? ) y asi nutrirme de lo que los demas piensan
Marcelo

Anónimo dijo...

Ya lo decía Sabina.... "Jesucristo, el primer comunista" Bernard

Anónimo dijo...

. Primero, para decirlo bien, habría que decir Marxismo ya que el Comunismo no es una idea, sino una ACCIÓN, es la puesta en escena del Marxismo en una región (regiones) geográfica/s específica, en una época específica, en una cultura/s específica (o espíritu cultural específico) y para responder a o defenderse de algo específico. El comunismo no es igual a marxismo. Y el marxismo no es Jesucristismo, ni siquiera como idea (no voy a decir Cristianismo porque tanto el Cristianismo como el Comunismo son una puesta en escena de unas ideas y han salido, cada uno como ha podido). Como mucho te doy esto: puede haber alguna pauta dentro de la telaraña de ideas racionales que sirven de estructura al marxismo que coincida con alguna de las enseñanzas de Jesús. Pero de ahí a decir que "Jesucristo fue el primer comunista" me parece cagar tan fuera del váter que luego tienes que tomarte un avión para encontrarlo. Pero va más allá de eso, mucho más allá, porque esta enfermedad de "Palabras grandes en bocas pequeñas" es la enfermedad del posmodernismo, del siglo flash, de la bulimia inconsistente, de la comida rápida, que no conoce sus propios ingredientes y que todo lo vive y pronuncia por encima, casi absolutamente, tragando y vomitando, habiendo dejado atrás, en la prehistoria, el masticar y el digerir. Esta manera loca de opinar, característica de nosotros, bichos superficiales del siglo XXI (algunos más que otros, por supuesto) es epidémica y opaca, nos lleva al vacío, nos hace confundir términos.

Anónimo dijo...

Continúa el comentario anterio. Así que, volviendo a tu nota, Eduardo, más allá de los pros y contras que no voy a incluir aquí porque ya llevo mil palabras y porque tendría que pasarme el resto de la tarde escribiendo, creo que volver a los origenes y al menos saber y entender (no todo en el universo) sino meramente lo que nos rodea y nos afecta o por lo menos aquello que predicamos o sobre lo que opinamos o debemos opinar, es algo positivo, es el comienzo de un comienzo. Es el primer paso. Conocer. Mirarse al espejo y preguntar. Andrea

Anónimo dijo...

Lo que intenté plantear, sobre este aspecto puntual, es que el Cristianismo puede convivir con el sistema Comunista (continuemos el diálogo tomando a Comunismo y a Marxismo como sinónimos para no complicarnos la vida), y que esa teoría (al menos hasta lo que conozco) no fomenta la persecución o el ataque a cristianos, sino que grupos intolerantes, como hubo en todos los lugares, en todos las épocas y en todos los sistemas, actuaron de esa manera. Aunque habría que aclarar que las jerarquías eclesiásticas (sobre todo de la Iglesia Católica) son funcionales o partes del sector dominante en el sistema capitalista, por lo que en una posible lucha de clases ellos también toman partido: atacan como soldados, pero se defienden con el pacifismo. No todos, por supuesto, no es mi intención generalizar.
Más allá del nulo valor de las suposiciones, al igual que a Bernard, siempre me ha parecido que Jesús compartiría la idea de supresión de clases sociales, que se opondría a la concentración de riquezas, de tierras, de recursos, que entraría dando latigazos en los mercados en que los que se comercialicen los productos y los servicios de necesidad básica, que atacaría el individualismo, y le dolería la indiferencia, la apropiación del trabajo ajeno y la opresión.
Aunque esto no me impide coincidir con vos en que Sabina se toma a la ligera un tema complejo, y no repara en que Jesús comparte esa visión, pero no la forma de llegar a esa visión, es decir no compartiría la idea de la violencia como forma de llegar al poder y como forma de cambiar las cosas. Interpreto esto porque ni siquiera usó la violencia como forma de defensa. Pero, y esto también quise plantearlo en el texto, Jesús creía que estaba en este mundo de paso, que a donde se dirigía no existían las desigualdades, ni la opresión, y venía a invitarnos a ese mundo y a esa vida. Pero ¿y él que no tiene esa esperanza, el que no comparte esa fe? ¿Se debe bancar, en esta, su única vida, un sistema que lo margine, que lo excluya, que lo oprima? Por eso me preguntaba quiénes son los violentos, y por qué juzgamos a unos de violentos y a otros no. Para mí Jesús hizo política: dialogando en público, criticando las costumbres, las ideas y las instituciones que sostenían ese orden social, hizo política porque propuso otra forma de concebir las cosas, otra forma de construir las relaciones sociales. Pero no puedo decir que él haya hecho política para un partido o para un sistema, por lo que no puedo postular, por lo expuesto al principio y por esto, que él haya sido comunista o capitalista. Edu

Anónimo dijo...

Comunismo NO es igual a Marxismo y en la misma naturaleza del Comunismo, NO tiene cabida el cristianismo. Es precisamente el error de confundir o sustituir una palabra por la otra lo que hace pensar que sí. Pero si miras el comunismo por lo que es, por su propia definición, puesta en acción,etc., no tiene absolutamente nada que ver con Jesucristo. Como mucho en la igualdad de clases, pero las formas que Jesús tiene de llegar a eso están a años luz de las formas (medios para un fin) de los Comunistas. Es más, el comunismo en sí, en su forma de ser y desempeñarse, estaría en contra de Jesucristo y lo metería en la cárcel o ejecutaría - como lo han hecho en el Este. De qué me sirve la igualdad de clases del Comunismo si no tengo libertad de expresión y de desarrollo máximo de mis capacidades creativas e individuales? Por otro lado, de qué me sirve la libertad de expresión del capitalismo y los "permisos" para expandirme y crecer hasta explotar - tragarme el mundo si fuese posible - si ya de antemano me quitan los medios para hacerlo - si es que me toca vivir en las tres cuartas partes del mundo que se sacrifican para que una parte se pudra en ambición ciega y avaricia descontrolada?

Anónimo dijo...

En el comunismo el Dios es el partido, y de ninguna forma lo convierte eso, como quieren afirmar algunos, en otro tipo de religión, porque la religión se alimenta tanto de lo sobrenatural, como de lo racional, como de lo sagrado, etc. El comunismo NO lo hace, es simplemente una organización "racional" (lo pongo entre comillas poruqe no es tan racional como los comunistas mismos piensan o pretenden serlo) cuyo mayor bien, supraestructura y centro gravitacional es el Partido. Ese partido presume ser de TODOS pero he ahí el estado utópico de la afirmación (no confundir por utopía) NUNCA es de todos, sino de los pocos que lo manejan. Ignorar esto sería negar la esencia del Comunismo, negar la historia, negar los hechos. el capitalismo es una locura. Pero la solución NO es el comunismo, porque éste es otra locura. Si las palabras Comunismo y Marxismo fuesen intercambiables, tal vez sí, el Comunismo sería o parecería ser una mejor solución que el Capitalismo. Pero no lo son. Al igual que no lo son el Cristianismo y el Jesucristismo. Una cosa es Jesús y sus enseñanzas y ministerio y otra cosa lo que los Cristianos han hecho de él, esta masa religiosa llamada Cristianismo, tristemente. Jesús no habría sido el primer ni el último, ni ningún Comunista o Capitalista o Fascista, ya que estamos nombrando todo. Jesús vino para traer un nuevo mundo, un orden que no es de este mundo e instalarlo en este mundo estropeado como una semilla (todas las cosas que valen la pena en esta vida empiezan por una semilla y crecen lentamente). Jesús fue altamente político y nada o muy poco religioso - o directamente fue holístico, conectándo todos los aspectos de la vida de una persona: el económico, el espiritual, el político, etc., en eso estoy más que de acuerdo. Pero su política no fue un sistema de control de la población, ni una economía corrupta, ni el gobierno de unos pocos sobre los muchos (en todos estos casos el Capitalismo y el Comunismo se dan la mano). Una cosa es que Marx en su Marxismo no se haya opuesto al Cristianismo y haya sido tolerante del mismo (quedaría por ver eso también - porque no hace falta oponerse abiertamente a algo para negarlo. Una persona agnóstica no niega a Dios pero tampoco lo afirma, y para negar algo basta con vivir de manera contraria a ese "algo". SI no afirmo a alguien, lo niego, quizá no con violencia o rechazo, sino simplemente con uso de la ignorancia hacia esa persona (ser, ente...etc.), es más, el ignorar algo (entiéndase por ignorar en este sentido: el no hacerle caso, el pasar del tema) es mucho peor que el luchar contra un ente, ya que en luchar contra algo (odiándolo o rechazándolo) al menos le otorgas un lugar en la existencia. Negándolo por completo, no tiene ni la menor cabida, ni para perseguirlo o atormentarlo. No digo que Marx negara a Dios porque sinceramente no tengo ni idea de la relación de Marx con Dios y de su nivel de aceptación. Digo que eso quedaría por verlo y sus escritos tampoco dejan lugar alguno para Dios como deidad, o Jesús como Dios. Y por más que Marx comparta con Jesús el intentar restaurar los derechos al oprimido, NO COMPARTE MUCHO MÁS QUE ESO. Es más, gran parte de su filosofía NO TIENE CABIDA para Jesús y sus enseñanzas.
Andrea

Anónimo dijo...

El marxismo, el socialismo revolucionario ve inevitable la violencia como parte de la lucha de clases para instaurar la sociedad sin opresores ni oprimidos. Te remarco lo de inevitable, necesario, porque no es que se busque la violencia, agitarla, ponerla por sobre lo político, sino que los sectores dominantes no dejarán la escena capitalista invitados, deberemos expulsarlos, arrancarles lo que es de todos... la burguesía podrá perder la hegemonía momentáneamente muchas veces, pero tiene a su favor la justicia, el ejército y la policía, además de las fachadas de instituciones serviles a la "democracia" capitalista. Si a eso se le opone pacifismo los muertos van a ser siempre del pueblo... (insisto, no mañana, sino en el ascenso y organización de la lucha de clases es que se dará esto...) Al respecto existe un texto de Antonio Gramsci, que define claramente los instrumentos de cohersión, hegemonía y la falsa división entre "política" y "sociedad" que nos inculcan tanto por allí...Por otro lado, no cuento con elementos suficientes para distinguir entre las vertientes cristianas (ni hice la comunión, ni leí biblias, ni nada más cercano a tener que ir al algún casorio o bautizo es mi contacto con la religión...), pero a los efectos de la oposición u opinión, puedo englobarlas como la "religión".
Marxismo y creencia, o sea materialismo histórico dialéctico contra idealismo, son opuestas en un montón de sentidos, parten desde su más profundo desarrollo de visiones antagónicas del mundo, y por lo tanto además de cómo cambiarlo, soportarlo, vivirlo.
Muchas veces discutí con gente que me planteó que para solucionar los problemas de los pobres "hacía caridad", o "rezaba", "ponía la ogtra mejilla". Esa resignación a veces impuesta por ciertas religiones (relativizo ante mi desconocimiento, pero de ciertas líneas de la iglesia católica seguro que sí). ¿Como le decís a alguien que no tiene para comer que rece? Eso no va a cambiar la realidad, la va a cambiar si cambian sus condiciones materiales de vida, y para eso tiene que cambiar el mundo...y para que cambien el que tiene más tiene que dejar de tener...vos planteás claramente que la violencia viene de "arriba", pero cómo lo cambias? nadie te va a regalar nada, la justicia es de ellos, de las clases dominantes. Ese tipo de cosas, como que "el cielo es el lugar al que hay que llegar porque ahí es mejor", para lo cual nos portamos "bien" acá...van mellando la voluntad de los que menos tienen: “estoy mal, será porque dios lo quiso así, algo habré hecho mal, la gente no tiene fe”...y etc por el estilo que me cansé de escuchar...Ese tipo de cosas como la naturalización de la mujer en un rol servil del hombre y la familia como núcleo reproductor del sistema (te recomiento lee para entender esta posición el origen de la familia de Engels), son cosas concretas y muy fuertes desde lo ideológico que sí son contradictorias a los planteos marxistas.

Anónimo dijo...

Tomando otra arista más concreta, y como ponés en la cita de Chomsky, es una simplificación tomar al "socialismo" el de la URSS, o incluso Cuba, China, o cualquier país que pueda haber encarado un proceso revolcionario en este sentido. Nunca, en ningún país hubo un socialismo en donde realmente se hayan abolido las clases sociales, ni mucho menos comunismo pleno (entendiendo que el comunismo es cuando se pasa de etapa de la revolución socialista a la plenitud de la sociedad sin clases, en donde el estado desaparece como tal). En la Unión Soviética se dió el proceso más profundo y cercano al socialismo de nuestra historia, pero obviamente las clases dominantes se encargaron de dejar claro que la URSS es Stalin, son las persecusiones, es el gran Hermano, es la burocracia del partido, etc. Eso no fue la revolución rusa. Fue un ensayo revolucionario histórico en su concepción, creatividad y avances sociales, políticos y económicos en donde se ensayó, se teorizó, se erró, se corrigió y se inventó lo que todos los teóricos empezando por Marx les faltó pensar. Se desarrolló una verdadera praxis, entendida como teoría y práctica plena. Otro tema es por qué llego a caerse como se cayó...
En Rusia, como en otros países se tuvo conflicto con la iglesia, pero ahí también viene una distinción a hacer. La jerarquía eclesiástica, y me remito a la Argentina que conozco, no es la iglesia, ni mucho menos la religión. Sin meterme en si las iglesias tienen sentido o no, seguro que estos simpáticos católicos tan condescendientes a los golpes militares y demás cosas, tienen que ser combatidos. Por un proceso revolucionario, por los mismos creyentes, por el sentido común casi... ... Leer más
Más concretamente, y como te puse antes, los orígenes y concepciones entre el materialismo histórico y la religión son contrapuestas, pero sería necio pensar o pretender que la gente no crea, o que por adherir al "socialismo" (para simplificar) de repente se hace ateo... No me imagino ni al más pintado de los partidos autoproclamados vanguardia atacando la religión desde un foro público.
Te aclaro que es un punto bastante sin cerrar para mí, que tiene muchas cosas en el medio y mezcladas. Yo no soy creyente, pero tengo compañeros/as que militan conmigo y si bien no creen en la iglesia, muchos de ellos sí en dios, a sus maneras, y construímos, y podemos decir que somos socialistas, que buscamos construir la revolución para acabar con las clases, sin que eso sea contradictorio con su creencia...
Hubo y hay muchos movimientos como la teología de la liberación que se plantean una síntesis entre el cambio del mundo, el terminar con las injusticias es ya, en la tierra, y aportaron mucho en nuestro país a organizaciones revolucionarias, marxistas y del peronismo revolucionario. Laburaron con los pobres, los campesinos, los oprimidos, con una entrega real, incluso participando muchos de la lucha armada en distintas latitudes. Santiagazo

Cany dijo...

No lei lo que escribiste, sino un resúmen, jaja, no, mentira.
ME GUSTÓ MUCHÍSIMO TU ANÁLISIS...
Sin palabras...

Anónimo dijo...

lei el texto, y los primeros comentarios me parecen que estan idos de la realidad todos desde el que escribio hasta el primer comentarista, en la historia del mundo nunca hubo un sistema pleno de bienestar, solo proyectos ideas locas, ansias de algo mejor, nada mas, de ahi ponele el nombre que quieras. Pero siempre alguien pierde no cre en ningun sistema , siempre alguien va a perder, esto es la selva muchachos, matar o morir.... salvense quien pueda

cuchi

Anónimo dijo...

otra mas... Seamos sinceros en toda la historia de la humanidad de las personas hay un patron comun se llama PODER, es lo que el ser humano necesita para sentirse seguro, esto es lo que busca los sistemas(comunismo, socialismo,....), el q se opone o no le gusta es eleminado punto.

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